jueves, 5 de abril de 2012

Docentes recomiendan esta propuesta

Hola Miguel ( Miguel Pasarini en Radio Nacional / El Ciudadano), quería comentarte q el sábado fuimos a ver ITO, EL GUSANITO... la verdad q disfrutamos mucho de la propuesta. Es increíble lo que pasa con los niños (bebés y deambuladores en su mayoría). Por ejemplo, una beba aplaudió cuando terminó una parte en la que Ito se iba. Con Mónica, compañera de cátedra en el profesorado de Inicial, nos miramos y no podíamos creerlo.
Al comenzar Carla pidió q no entren al "espacio escénico", cosa q las mamás ayudaron a cumplir, pero dijo algo precioso: "confíen en sus niños".
Me pasó algo, quería observar solamente a los bebés y no podía, me quedaba en las escenas, en sus protagonistas (actrices, títeres y por q no niñitos?!).
Al finalizar se invita a los chiquitos al espacio a jugar, no sabés las curiosidades que sucedían entre ellos, con las actrices y los recursos.
Q no me gusta? q es muy caro. Es necesario q estos espectáculos se banquen también desde la muni, por ejemplo y podamos ir a verlos gratis y que el disfrute sea popular, todos los niños merecen esta experiencia.
Tan bien pensado y llevado a delante. Los niños, tan respetados, tan cuidados.
Lamento no poder ser más clara, siento felicidad de que en rosario pasen estas cosas.
Andá y si tenés niño cercano y te lo prestan para llevar, vas a potenciar el disfrute.
Saludos!!
CARINA DIAZ
Rosario, 12 septiembre 2011



ITO MARCA UN HITO

Juego de palabras, palabras y mucho más en juego, lo cierto es que ITO, el personaje inaugural del teatro para bebés en Rosario, invita a descubrir nuevos mundos desde el Teatro de la Manzana.

Laura Carassai y María Soledad Galván le ponen el cuerpo en escena, con movimientos, canciones y relatos a esta experiencia que tiene como público a bebés de 0 a 3 años. Abrazados a mamá, papá, la tía o la abuela ellos se convierten poco a poco en los coprotagonistas. Escuchan, “dialogan”?, extienden sus manos, sonríen o se sorprenden durante más de media hora, en que se cuenta la historia de Ito, el gusanito.

Los personajes, unos maravillosos muñecos coloridos y tejidos por manos casi mágicas, desfilan en el jardín de Ito y se mueven al son de canciones variadas.

Hay un texto que organiza y sostiene esta historia en el que si bien hay sorpresa no hay improvisación. Me animo a pensar que ésta puede ser una de las claves por las que se sostiene la atención en el tiempo de niños tan pequeños.

Luz, claridad y colores pastel juegan con luces rojas, momentos de semipenumbra que dan lugar a la danza con objetos iluminados. Un arco iris y sus nubes serán -al final- los objetos que invitarán a los niños a “protagonizar” en escena.

La directora, Carla Rodríguez, hace una prevención al inicio y una invitación a participar al final. Después nos damos cuenta de que está buscando con eso garantizar y sostener la limpieza; entrar sin calzado a escena, no tocar los muñecos durante la obra… Carla dice que su hijo Teo Solari, de 2 años, fue parte de los móviles por los que esta obra nació y creció. Él acompañó ensayos con placeres y disgustos, fue de alguna manera el “termómetro” que iba midiendo reacciones y efectos. Por eso se transformó en “co-director”.

Sorpresa, placer y evocación marcaron mi experiencia con Ito, el gusanito… Recordé aquellos momentos iniciáticos del Teatro de la Manzana, en calle Entre Ríos, al que iba a ver a mi amiga Laura y sus títeres, de la mano de Carla (mi hija que hoy tiene casi 18 años) y con Eric (mi otro hijo de 15) que era un bebé. Más allá de la nostalgia aparecen un recorrido de vida y talento, el placer de estar hoy en esta otra Manzana tan querida, sin bebé upa, pero con la alegría de seguir disfrutando algo de lo mucho que se produce en esta sala que crece sin detenerse, como nuestros hijos.

Quedan aún dos funciones los sábados a las 17. Por este año. Quisiera que Ito siguiera atrayendo a muchos bebés el año próximo, abriendo caminos

Quisiera también que alumn@s de profesorados o quienes están o estarán en trato con niños muy pequeños participaran de esta propuesta. Veo en esta experiencia un espacio desde/con el que es posible sorprenderse para sorprender, observar para interactuar, imaginar para crear…

Quedan repicando en mí las canciones con sus rimas, los diversos aleteos, los colores y ese devenir del corazón que nos hace viajar en el tiempo, en el espacio y en los vínculos una tarde de sábado de la mano de Ito, el gusanito y sus mentores.


CECILIA KOLIC
Rosario, octubre 2011  

Publicado en  el FORO IBEROAMERICANO DE TEATRO PARA NIÑOS Y JÓVENES - Año 6 N* 306 - 16 de Noviembre de 2011

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